Las quemaduras térmicas o por calor son el resultado del contacto con agua hirviendo, superficies calientes y llamas abiertas. Las quemaduras térmicas a menudo son el resultado de explosiones o explosiones de gas inflamable.
Las quemaduras químicas resultan del contacto con químicos corrosivos o tóxicos. Respirar vapores corrosivos puede provocar quemaduras químicas en el sistema respiratorio.
Las quemaduras por radiación son el resultado de la exposición a radiación dañina. La quemadura solar es la forma más común de quemaduras por radiación. Aunque por lo general no son potencialmente mortales, las quemaduras graves pueden ser lo suficientemente peligrosas como para requerir atención médica.
Las quemaduras eléctricas son el resultado de las descargas de electricidad. Algunos de los tipos más peligrosos de quemaduras son descargas de baja tensión que provocan quemaduras eléctricas. Las descargas eléctricas pueden causar problemas cardíacos, daño nervioso severo y daño cerebral.
Las quemaduras por fricción describen cualquier lesión que resulte del contacto a alta velocidad con una superficie en movimiento. Un ejemplo familiar es “erupción en la carretera”. Una quemadura por fricción es común en accidentes de motocicleta y accidentes en bicicleta cuando los pasajeros son arrojados de sus vehículos y se deslizan por el suelo, arrancándose la piel. Acompañando el raspado se quema el calor por la fricción.